El atardecer se ha desvanecido
y aún no he dicho una palabra.
Me he quedado mirando
una partícula de tiempo perdida
en el espacio infinito que delimitas
con las manos.
Recordé otras luces que creí eternas
e igualmente expiraron dando paso
a mil noches de lunas confinadas.
Guardo silencio aunque sé que tengo en la voz
la llave de la celda donde cumplen condena
todos los imposibles.
Encierro otro quizás y regreso a mis sombras.
El día ha vencido
y aún no he dicho una palabra.
Por mucha poesía profunda que escribas siempre serás un Cepes...Esa huella te seguirá hasta la tumba...
ResponderEliminarLo sé... pero lucho. Sólo que el cepismo es tan fuerte...
ResponderEliminar