martes, 29 de junio de 2010

La hora de la verdad

Durante toda la noche he estado viendo fantasmas paseando por la casa. Algunos vestidos con la zamarra española, otros de árbitro, otros de franceses o italianos y alguno disfrazado de cuarto de final (bastante original este, por cierto). Las eliminatorias mundialistas me ponen de los nervios. No tanto por lo emocionante del partido como por la idea de volver a sentir ese pellizco en el estómago que generan las grandes decepciones. Es algo parecido a la desazón que queda cuando te dan calabazas después de haberte hecho ilusiones con la chica guapa del barrio. Sólo que en ese caso, a la tercera o cuarta negativa, uno pierde la esperanza, mientras que con 'la roja' cada cuatro años vuelve la ilusión, y con ella el más que probable revés.
Esta noche es la noche. Los indicios no son positivos, pero hemos visto jugar a este equipo como los ángeles tantas veces en los últimos años, y a eso me aferro. España puede y debe volver a ser ella misma. Salir al campo con respeto pero sin miedo, sabiéndose superiores (que lo son) y convencidos de que su fútbol es sinónimo de victoria, se llame el rival como se llame. Contra Portugal es un partido a todo o nada. Estoy firmemente convencido que si España pasa de ronda nada ni nadie podrá detener a los nuestros. 
Esta noche no sólo vamos a ganar porque somos mejores, vamos a ganar porque lo merecemos. Porque durante los últimos años estos chicos han agrandado y adornado el concepto de "equipo", y han elevado el fútbol a la categoría de Arte. La oportunidad está ahí. Si España se corona en este mundial, se le hará un huequito en los museos de historia, entre 'la naranja mecánica' y la Brasil del '70. Si no ganamos, a muchos nos costará coger el sueño, y mañana será un día triste y gris. Todo lo que pasó antes se esfumará y tocará comenzar de nuevo. 
Esta noche salid al campo como españoles, y después de los noventa minutos, marchaos como héroes. Yo os dedicaré un sentido ¡Viva España! desde mi balcón, que se oiga bien por la callada Turín: ¡Viva España!

domingo, 27 de junio de 2010

Un Mundial raro, raro, raro.

El Mundial de Sudáfrica parece empeñado en ir en contra de todas las estadísticas. Es la primera vez que el anfitrión no pasa de primera ronda, y también la primera vez que no lo hacen los dos finalistas del anterior campeonato, y la ocasión en la que menos selecciones europeas han pasado a los octavos (sólo 6 de 16 equipos...). ¿Casualidad o algo más?

Si os soy sincero, este es para mí, de lejos, el peor mundial que he visto. Fútbol feo, feísimo, imprecisiones, cantadas, autogoles, defensas de cinco (y seis, y siete, y diez)... Los que tienen que divertir aburren (véase la Brasil de Dunga o la España del "tiki-taka"), y los partidos más emocionantes los firman equipos como Japón o Uruguay. Este Mundial no sólo es malo, es también la evidencia de que el fútbol ya fue arrastrado por la inercia de la globalización (y por el esfuerzo de clubes como el Man.Utd. o el Madrid). EE.UU. pasó primera de grupo. Aunque se quedasen en octavos, los yankees empiezan a saber de esto. Igual las asiáticas. Dos en octavos, Corea del Sur (ya eliminada) y una Japón que enamora. De dibujo animado hasta ahora el fútbol de los nipones. 

Algo está cambiando, eso es seguro. Por fortuna para los apostantes, las favoritas están todas: Brasil, España, Argentina, Holanda, Inglaterra y Alemania (una de las cuales hoy dirá 'goodbye'). Esperemos que a partir de aquí se cumpla la lógica, y veamos algún partido decente entre las grandes de la historia. Eso sí, a España le doy permiso para ganar jugando mal y todo. Tiene pinta que si hay un campeonato que pueda ganar una que no lo hizo nunca, es este. Quizá recordemos este Sudáfrica 2010 como el peor Mundial de la historia, o quien sabe, como el Mundial que por fin ganó España. ¡Vamos a por Portugal! ¡Podemos!

viernes, 25 de junio de 2010

El Mundial de los cracks. Un resumen de lo visto hasta hoy.

CUMPLEN:

1. Messi: El del Barcelona parece haber encontrado su sitio en la albiceleste. Será muy difícil parar a argentina si continúa a este nivel.
2. C. Ronaldo: Los grandes jugadores son aquellos que hacen jugar al equipo, aunque no toquen bola. CR7 ha dado un salto de madurez en lo visto hasta ahora. Ante los férreos marcajes, trabaja sin balón y genera espacios para sus compañeros. 
3. Higuaín: Su trabajo siempre es bueno, pero si caen los goles, mejor. Contra Corea de Sur se lució con un hat-trick.
4. Forlán: Soberbio trabajo del charrúa para meter a Uruguay en octavos como primera de grupo. A su nivel de casi siempre.
5. Márquez: Enorme trabajo táctico, un entrenador en el campo. La piedra angular de los de Aguirre. Como siempre, versátil. Un crack.
6. Villa: Mejor acompañado que solo. Quizá no está a su mejor nivel, y aún así es la pólvora de 'la roja'. Esperemos que 'el guaje' siga adelante...

NO DAN LA TALLA:

1. Kaká: Ni de lejos el jugador que era. En la línea de lo que ha sido una temporada decepcionante. 
2. Ribery: En consonancia con el equipo galo. Lamentable.
3. Cannavaro: Líder de la que es seguramente la peor defensa de la historia de 'la azzurra'. Triste final de carrera para el napolitano.
4. Rooney: Hasta ahora, inédito. Corre sin orden ni concierto, recibe balón lejos de donde hace daño y se desespera constantemente. Veamos qué hace a partir de octavos.
5. Eto'o: Muy pobre el papel de Camerún en el Mundial. Como el resto de sus compañeros, no estuvo a la altura.
6. Di María: Se espera mucho de la perla del Benfica, y sin embargo hasta ahora más que discreto. 

LA REVELACIÓN

1. Ozil: Sublime el alemán en tres cuartos de campo. Está por todas partes, ordena, asiste y llega a puerta. Por ponerle un pero, fallón en el mano a mano. Apunta muy alto el chico del Werder Bremen.
2. Honda: Técnicamente sublime. Me da que este verano le van a salir algunas novias al del CSKA, aunque su individualismo y su carácter quizá lo alejen de la élite.
3. Hamsik: Nada nuevo para los que siguen el campeonato italiano. Temporada mágica del eslovaco, que ha metido al Nápoles en Champions. Hábil, potente, disciplinado y con mucho gol. Para mí, uno de los centrocampistas con mayor proyección.
4. Sánchez: Gran mundial hasta ahora del chileno del Udinese, que desborda y asiste, pero sin embargo no ve puerta. Esperemos que esta tarde contra España se le apaguen las luces...
5. Coentrao: Parece que el lateral zurdo del Benfica dio el salto de calidad después de su desastroso paso por el Zaragoza. Sube y baja como una moto. Veamos hoy si mantiene el nivel contra Brasil.
6. Birsa: Tiene clase el joven esloveno del Auxerre. Técnica, buen desplazamiento de balón y pegada. 

miércoles, 23 de junio de 2010

Ya no quedan hombres como Piqué

Queridos amigos, en estos días me he dado cuenta de que si alguna vez el fútbol tuvo algo de sensibilidad, hoy por hoy la ha perdido. Sólo hay que ver a nuestro mayúsculo defensa central Gerard Piqué. Un tío sensible donde los haya, delicado, amable, casi femenino (en el mejor de los sentidos). Un tío que motiva a sus compañeros desde el cariño y la comprensión, cosa que cabe valorar en este mundillo de machitos que airean su exceso de testosterona voceando, increpando y dando, y dando, y dando... Tanto han dado, que a Piqué le tocó recibir, y recibir, y recibir. Vaya si recibe Piqué. En dos partidos nos lo han dejado hecho un cromo (¿de qué pensábais que hablaba?): puntos en la frente en la desafortunada jugada del gol suizo en el primer partido, y contra Honduras balonazo en sus partes y posterior patada en la boca y más puntos en el labio. Con el cutis tan cuidado que tiene el chico. Y el bueno de Gerard ni se queja, pone cara de machote ibérico y aguanta como un campeón. Está claro que en este mundo de hombres no hay sitio para un tipo como Piqué. Y encima, guapo. Ojalá hubiese más defensas centrales como tú. Te queremos Gerard Piqué.

martes, 22 de junio de 2010

Del Bosque y los errores de siempre

España cumplió ante Honduras: el juego de siempre, con un poco más de velocidad con respecto al partido frente a Suiza, pero con un resultado muy corto para lo que fue la contienda. No tengo ninguna duda de que esta selección puede jugar mejor, mucho mejor. Ayer Vicente Del Bosque enmendó algunos errores, pero no todos. Era evidente que España gana con dos puntas: Villa encuentra más espacios y puede caer a izquierda, desde donde es mucho más peligroso en sus arrancadas. Pero para ello necesita otro referente que fije la defensa contraria. Si éste es Torres, un jugador de movilidad y amplio recorrido, pero nada en forma de cara al gol, la decisión de jugar sin un enganche que asista a ambos me resulta incomprensible. Ayer seguía sobrando Busquets, y faltaba Silva o Fábregas. O quizá los dos, si tenemos en cuenta que Jesús Navas jugó ayer en el Sevilla, y no en la selección. El chico hizo el partido que sabe: abrir el campo, desborde y centro. Y lo único que encontró dentro del área fue la tímida cabeza de Xavi que no alcanza a tocar un balón perfecto. La visión de Llorente atacando esa pelota casi me saca una lagrimita de rabia.

Vicente no sabe a lo que juega. España tiene recursos con los que casi ninguna otra cuenta. Puede hacer su famoso tiki-taka (el de verdad, no el de estos días), con Alonso, Xavi, Iniesta, Silva, Torres y Villa, con las variantes de Cesc y Pedro. Esa es la España que da miedo. Si el partido se pone tosco y por el centro nos colocan la muralla china (como casi siempre), Jesusito a una banda, Silva o Pedro cayendo a otra, Villa jugando por donde quiera y "el rey león" Llorente a pescar dentro del área. Un 4-4-2 clásico, con dos extremos y un punta de verdad, no "el niño". Pero una cosa o la otra, Vicente, no me mezcles. Deja el doble pivote con Busquets o Javi Martínez acompañando a Xabi para cuando las circunstancias lo requieran y haya que defender un marcador. Entonces vale lo de tocar hasta aburrir, como contra Suiza. Pero habiendo marcado antes, Vicente, que aquí el empate ya no vale. Nunca mais.

Lo de fallar goles me preocupa, pero todavía no demasiado. A Villa se le puede perdonar que tire fuera un penalty después de meter dos chicharros y con el partido sentenciado. Lo de Torres tiene poco perdón, pero habrá que darle un voto de confianza al héroe de Viena. Desde mi humilde punto de vista, Silva y Fábregas (13 y 25 con goles respectivamente en esta temporada) tienen mucho que decir en todo esto. Y sin duda Llorente, un jugador sublime en el aspecto táctico además de un auténtico depredador del área. 

Me consuela que Chile juega divinamente pero también tira con pólvora mojada. Me da que la próxima "final" la decidirán más los errores que los aciertos. Esperemos que Del Bosque haga una lectura táctica decente esta vez, aunque ya saben muy bien los madridistas que ese nunca fue su punto fuerte. Nunca pensé que diría esto, pero echo de menos la tozudez de Luis. Al menos él siempre tenía claro lo que quería. Por favor, Vicente, ciérrale la boca al viejo que nos está poniendo a parir antes de tiempo. Y como siempre que habla Luis, ni son formas ni es momento.

lunes, 21 de junio de 2010

Carta del Su Majestad el Rey a los jugadores de ‘la roja’

La primicia de hoy, horas antes del crucial partido contra Honduras, es la carta que Su Majestad el Rey Don Juan Carlos ha hecho llegar a la concentración de la selección española. A través de una filtración (probablemente algún jugador francés pasaba por allí) ha llegado a este humilde apartamento de Via Moretta (Turín: territorio enemigo). La comparto con vosotros.

Queridos jugadores de la Selección Nacional:

En nombre de la Casa Real quiero transmitiros mis mejores deseos para el partido de hoy (bueno y para el de Chile, así no tengo que escribir otra carta). Quiero que sepáis que contáis con todo mi apoyo, con el de la Reina y los Príncipes de Asturias, que han viajado para acompañaros en vuestra aventura.

Dicho esto, quiero que sepáis que vi el partido contra Suiza, qué mala pata jolines. No os preocupéis, son cosas que pasan. España es muy de perder partidos fáciles en los mundiales. Jugad tranquilos, sin presión, sois unos cracks y lo vais a bordar para pasar a octavos. Contáis con el apoyo de 46 millones de españoles (más bien 40 si quitamos todos los nacionalizados que van con otras selecciones, entre ellas Honduras y Chile –no, no hay ningún suizo en España, por qué será). Dentro de esos 40 millones hay 5 millones de parados, con sus respectivas familias pasando penurias, que no tienen otra cosa de qué hablar que no sea del mundial y de vosotros. Luego hay un montonazo (pero muchos, muchos) de funcionarios cabreados por la bajada de sueldo, con los nervios crispados y dispuestos a dar mucho por saco. Lo único que mantiene entretenidos a todos estos es sentarse en el bar con una cerveza (más no, porque no pueden) a ver los partidos de su 'roja', con la esperanza de que lleguéis lejos y nos hagáis sentir orgullosos. Durante noventa minutos, hoy se olvidarán de la situación enfangada, triste y bochornosa de su país. A no ser, claro está, que vosotros se la recordéis cagándola. Porque si no ganáis hoy, es muy probable que ni la posible eliminación de Francia los consuele, y vuestro fracaso implique varios intentos de suicidio, alguna tragedia familiar y una huelga general de órdago.

No voy a ser yo quien os reproche lo que cobráis (jujuju, qué chispa tengo), pero yo trago cada año con el dichoso discurso de Navidad, y alguna que otra vez con la Cumbre Iberoamericana, cosa que no deseo ni a mi peor enemigo. Vosotros sólo le dais patadas a la pelotita, os paseáis por ahí con vuestros coches deportivos, os pegáis unas juergas de padre y señor mío y soltáis tres tonterías en los medios que siempre comienzan con un "bueno, sí ¿no?" para rematarlas luego con alguna obviedad. Por cierto, Iker, te lo digo desde el cariño: ¿Por qué no te callas? Hijo mío es que cada vez que hablas sube el pan, y además tu equipo pierde. Así que no os voy a pedir que en caso de cagarla bien donéis lo que os embolsáis por jugar el mundial a una ONG, pero puede pasar que la escolta se quede dormida en el viaje de regreso, y me han dicho que por Sudáfrica hay mucho ladronzuelo.

Ya en el plano personal, no os pido que ganéis, os pido que destrocéis y humilléis a esos infelices, a ver si cerramos la boca al presidentucho golpista de Honduras. Me da igual si les tenéis que morder, envenenar, pinchar con alfileres o meter a Piqué en su vestuario cuando se estén cambiando (Gerard, con cariño, como si fuera Ibra). Como digo, vosotros tranquilos, sin ninguna presión. Basta con que no la jodáis (más). Os reitero otra vez el apoyo y el cariño de todos los españoles (que son menos de 40 millones, se me olvidaron los nacionalistas) y os recuerdo que del amor al odio hay un paso.

Un afectuoso saludo: S.M. Don Juan Carlos I de España

P.D.: Con tanto tiki-taka estáis mareando mis reales pelotas. Coño, tirad a puerta. Un poquito de mala leche, por favor.

viernes, 18 de junio de 2010

El síndrome de la vuvuzela

Todos los españoles esperábamos el inicio del Mundial de Sudáfrica con la misma fe que un almonteño espera la salida de la Virgen del Rocío. Aunque confiar ciegamente en que España ganará el mundial es el ejercicio de fe más grande jamás visto después del salto al vacío de Indiana Jones en "La última cruzada".

Desde que tengo uso de razón nuestro combinado patrio ha dejado en la memoria colectiva poco más que grandes y dramáticas decepciones. El codazo de Tassotti en el 94, la cantada de Zubizarreta en el 98, Al-Ghandour en 2002 o los últimos coletazos de una Francia vieja a la que subestimamos en 2006. A lo que hay que añadir la tanda de penaltis contra Inglaterra en el 96, el penalti de Raúl al cielo de Brujas contra Francia en 2000 y el ridículo en Portugal 2004.

Y a pesar de todo esto seguimos creyendo en los nuestros, y en 2008, al fin, se alinean los planetas y ganamos la Eurocopa. Pero ojo, que el tiempo distorsiona la historia... Recordamos a una España sublime que pasa por encima del resto como un rodillo. O eso nos cuenta la prensa cuando echa la vista atrás. Sin embargo, ganamos a Suecia con un gol de Villa en el minuto 97, necesitamos la heroica con Grecia para remontar el partido, y llegar a la tanda de penaltis con Italia para pasar de cuartos. No lo describiría precisamente como un camino de rosas. Al menos hasta ahí, porque Rusia fue un regalo en semis, después de la que le había caído en la fase de grupos. No voy a quitarle mérito a ese inolvidable triunfo, pero para ganar la Eurocopa de 2008 hizo falta que coincideran la mejor generación de futbolistas españoles de la historia, un cuadro asequible y suerte, mucha suerte. Y desde luego la historia nos debía una buena dosis de ésta.

Voy a lo que voy. ¿Que España juega como los ángeles? Desde luego. ¿Que somos una de las favoritas? Qué menos, somos campeones de Europa. ¿Que España va a ganar el Mundial? Echa el freno madaleno. Eso es como decir que un torero japonés va a triunfar en Las Ventas: quizá un día suceda, pero es poco probable.

Primer partido y batacazo ante Suiza. Yo nominaría al óscar a Ottmar Hitzfeld por su maravillosa interpretación de José Mourinho. Y también a Del Bosque por su papel de Pep Guardiola en la semifinal de Champions (aunque los actores de reparto suizos dejaban mucho que desear). Que Suiza fuera a salir más cerrada que Ávila no era ningún secreto. Y que esto es un mundial, y por tanto hay que contar con la mala suerte propia del evento, tampoco. Subestimar a los rivales nunca fue una buena idea en esto del fútbol, pero si además se trata de "la roja", es una temeridad imperdonable. Ah, y no estoy en absoluto de acuerdo con nuestro señor seleccionador, que piensa seguir "fiel a su estilo". A veces hay que variar, buscar otros recursos. Si un delantero tira diez penaltis por el mismo sitio, al final llega un portero zorro que le saca la pelota. Y Hitzfeld se la atajó a Vicente.

Quedan dos finales antes de que llegue "lo gordo". Seamos conscientes de nuestras limitaciones: tenemos el "gen de la roja" o de "las piernas que no responden", que se manifiesta en las grandes competiciones; tenemos mala suerte (siempre o casi siempre); y en un mundial hay árbitros malos, equipos revelación y campeones históricos que ya sacaron billete de vuelta para el día después de la final. Y todos esos son los rivales de España en Sudáfrica. Si queremos volver con la cabeza alta, toca luchar contra todos ellos.

Ah bueno, me dejo uno. Yo lo llamo el "síndrome de la vuvuzela". Sí, sí, la trompetita del Mundial. Ya lo vimos en nuestra primera visita a Sudáfrica en la Copa Confederaciones. La roja se atonta -y quien no- con el soniquete. Les pasa como a los murciélagos, que pierden el radar y se estrellan contra las ventanas. Les va mejor jugar entre olés, o pitos, o abucheos. La fuerza de la costumbre...

Eso sí, un servidor sigue creyendo. Tengo 25 años y he visto a un asturiano ganar dos mundiales de Fórmula 1, a "la roja" de basket ganar mundial y olimpiadas, a un mallorquín reventando Wimbledon ante el mejor tenista de la historia y, sin ir más lejos, hoy mismo, a un pívot catalán ganar su segundo anillo de la NBA. Hemos empezado mal, pero... ¡Podemos, coño, podemos!

lunes, 7 de junio de 2010

Acuarela

Una vez pintaste dos flores amarillas
en una acuarela manchada de sol.
Aún recuerdo los ojos rebosando estrellas
bajo la noche límpida;
la brisa apoderándose de todos los silencios;
la cándida inquietud
que suscitaba lo invisible;
la dulce taquicardia
que nacía de evocar lo lejano o lo infinito.
Te recuerdo, pero no te reconozco.
Junto a una locomotora inmóvil y sin humo
yacen mustias dos flores amarillas
pintadas de acuarela,
en un trastero oscuro y olvidado,
rodeadas de imposibles.