jueves, 17 de diciembre de 2009

Te he soñado

Te he soñado en una playa lejana y fría,
con los pies desnudos enterrados en la arena
y la mirada clavada en los resquicios de la tarde,
derramando tu palidez incontestable
sobre la tímida luz que baña aquellos mares,
misteriosa, ladina, imperturbable.
Latidos de viento oxigenaban tu eterna languidez,
también la de tu pelo, que caía sobre los ojos
impasibles, casi cristalizados, perpetuos.
Me ha despertado la caricia glacial de tus manos
y me he adormentado nuevamente.
Estás tan cerca, y es sólo en sueños que te alcanzo.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Penélope

No encontraré el camino, Penélope.
No destejas las noches, no esperes.
Huiré, como hice siempre, tan cobarde,
tan míseramente lúcido,
tan trágicamente exento de locura,
avergonzado por dentro,
náufrago en las heladas aguas
del conformismo y el miedo
-edema agudo del alma-.
No mires al mar, Penélope.
No me busques en las nubes.
Yo seguiré perdido y derrotado,
en algún lugar sin vida,
refugiado en la memoria,
echándote de menos.