domingo, 27 de junio de 2010

Un Mundial raro, raro, raro.

El Mundial de Sudáfrica parece empeñado en ir en contra de todas las estadísticas. Es la primera vez que el anfitrión no pasa de primera ronda, y también la primera vez que no lo hacen los dos finalistas del anterior campeonato, y la ocasión en la que menos selecciones europeas han pasado a los octavos (sólo 6 de 16 equipos...). ¿Casualidad o algo más?

Si os soy sincero, este es para mí, de lejos, el peor mundial que he visto. Fútbol feo, feísimo, imprecisiones, cantadas, autogoles, defensas de cinco (y seis, y siete, y diez)... Los que tienen que divertir aburren (véase la Brasil de Dunga o la España del "tiki-taka"), y los partidos más emocionantes los firman equipos como Japón o Uruguay. Este Mundial no sólo es malo, es también la evidencia de que el fútbol ya fue arrastrado por la inercia de la globalización (y por el esfuerzo de clubes como el Man.Utd. o el Madrid). EE.UU. pasó primera de grupo. Aunque se quedasen en octavos, los yankees empiezan a saber de esto. Igual las asiáticas. Dos en octavos, Corea del Sur (ya eliminada) y una Japón que enamora. De dibujo animado hasta ahora el fútbol de los nipones. 

Algo está cambiando, eso es seguro. Por fortuna para los apostantes, las favoritas están todas: Brasil, España, Argentina, Holanda, Inglaterra y Alemania (una de las cuales hoy dirá 'goodbye'). Esperemos que a partir de aquí se cumpla la lógica, y veamos algún partido decente entre las grandes de la historia. Eso sí, a España le doy permiso para ganar jugando mal y todo. Tiene pinta que si hay un campeonato que pueda ganar una que no lo hizo nunca, es este. Quizá recordemos este Sudáfrica 2010 como el peor Mundial de la historia, o quien sabe, como el Mundial que por fin ganó España. ¡Vamos a por Portugal! ¡Podemos!

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