lunes, 21 de junio de 2010

Carta del Su Majestad el Rey a los jugadores de ‘la roja’

La primicia de hoy, horas antes del crucial partido contra Honduras, es la carta que Su Majestad el Rey Don Juan Carlos ha hecho llegar a la concentración de la selección española. A través de una filtración (probablemente algún jugador francés pasaba por allí) ha llegado a este humilde apartamento de Via Moretta (Turín: territorio enemigo). La comparto con vosotros.

Queridos jugadores de la Selección Nacional:

En nombre de la Casa Real quiero transmitiros mis mejores deseos para el partido de hoy (bueno y para el de Chile, así no tengo que escribir otra carta). Quiero que sepáis que contáis con todo mi apoyo, con el de la Reina y los Príncipes de Asturias, que han viajado para acompañaros en vuestra aventura.

Dicho esto, quiero que sepáis que vi el partido contra Suiza, qué mala pata jolines. No os preocupéis, son cosas que pasan. España es muy de perder partidos fáciles en los mundiales. Jugad tranquilos, sin presión, sois unos cracks y lo vais a bordar para pasar a octavos. Contáis con el apoyo de 46 millones de españoles (más bien 40 si quitamos todos los nacionalizados que van con otras selecciones, entre ellas Honduras y Chile –no, no hay ningún suizo en España, por qué será). Dentro de esos 40 millones hay 5 millones de parados, con sus respectivas familias pasando penurias, que no tienen otra cosa de qué hablar que no sea del mundial y de vosotros. Luego hay un montonazo (pero muchos, muchos) de funcionarios cabreados por la bajada de sueldo, con los nervios crispados y dispuestos a dar mucho por saco. Lo único que mantiene entretenidos a todos estos es sentarse en el bar con una cerveza (más no, porque no pueden) a ver los partidos de su 'roja', con la esperanza de que lleguéis lejos y nos hagáis sentir orgullosos. Durante noventa minutos, hoy se olvidarán de la situación enfangada, triste y bochornosa de su país. A no ser, claro está, que vosotros se la recordéis cagándola. Porque si no ganáis hoy, es muy probable que ni la posible eliminación de Francia los consuele, y vuestro fracaso implique varios intentos de suicidio, alguna tragedia familiar y una huelga general de órdago.

No voy a ser yo quien os reproche lo que cobráis (jujuju, qué chispa tengo), pero yo trago cada año con el dichoso discurso de Navidad, y alguna que otra vez con la Cumbre Iberoamericana, cosa que no deseo ni a mi peor enemigo. Vosotros sólo le dais patadas a la pelotita, os paseáis por ahí con vuestros coches deportivos, os pegáis unas juergas de padre y señor mío y soltáis tres tonterías en los medios que siempre comienzan con un "bueno, sí ¿no?" para rematarlas luego con alguna obviedad. Por cierto, Iker, te lo digo desde el cariño: ¿Por qué no te callas? Hijo mío es que cada vez que hablas sube el pan, y además tu equipo pierde. Así que no os voy a pedir que en caso de cagarla bien donéis lo que os embolsáis por jugar el mundial a una ONG, pero puede pasar que la escolta se quede dormida en el viaje de regreso, y me han dicho que por Sudáfrica hay mucho ladronzuelo.

Ya en el plano personal, no os pido que ganéis, os pido que destrocéis y humilléis a esos infelices, a ver si cerramos la boca al presidentucho golpista de Honduras. Me da igual si les tenéis que morder, envenenar, pinchar con alfileres o meter a Piqué en su vestuario cuando se estén cambiando (Gerard, con cariño, como si fuera Ibra). Como digo, vosotros tranquilos, sin ninguna presión. Basta con que no la jodáis (más). Os reitero otra vez el apoyo y el cariño de todos los españoles (que son menos de 40 millones, se me olvidaron los nacionalistas) y os recuerdo que del amor al odio hay un paso.

Un afectuoso saludo: S.M. Don Juan Carlos I de España

P.D.: Con tanto tiki-taka estáis mareando mis reales pelotas. Coño, tirad a puerta. Un poquito de mala leche, por favor.

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