viernes, 19 de febrero de 2010

He hablado tanto

He hablado tanto,
a veces demasiado.
Y las palabras atan
-antes de hablar no lo sabía-
e igual liberan
-por eso sigo hablando-
a aquel que pone
el corazón en ellas.
Y las palabras dan
al justo la razón
o la arrebatan, justamente,
a aquel que de razón carece.

He hablado tanto,
a veces demasiado.
Hay quien quiso escuchar,
y yo lo aprecio.
Hay quien prefiere ignorar,
y no lo culpo.
Hay quien no pudo oír,
por eso me repito.
Hay quien viene a conversar,
y a ese llamo amigo.

He hablado tanto,
a veces demasiado.
Y las palabras atan o liberan,
dan la razón o la arrebatan
e igual hieren que consuelan.
Pero el silencio...
¡Es el silencio que mata!

No hay comentarios:

Publicar un comentario