lunes, 25 de enero de 2010

Nieva

Nieva, y desde el balcón los copos
son un lejano escuadrón de paracaidistas,
una blanca invasión aérea que se mece
portando consigo un aluvión de miedos
y una pregunta que encontrará respuesta
en las escarchadas copas de los pinos
o en el cálido suelo que, hostil,
espera su momento.

Nieva, y desde el balcón los copos
son los restos de un ángel roto por dentro,
cenizas fractales de un desliz de humanidad,
de grávidas pasiones sin un lugar en el éter
que se desgarran del alma y vienen a morir
en un mágico funeral de hielo al mundo.
Algunos lo contemplan, desde el balcón,
buscando una respuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario