Qué rápido cae la noche sobre los castillos de arena.
Con qué ferocidad nos detonamos desde dentro
y nos desmoronamos grano a grano, pieza a pieza,
saltando por los aires y diseminándonos por la tierra.
Sobre nuestros despojos, en la negra ausencia,
oscilan inmóviles las estrellas titilando,
ciegas vigías de este pobre espectáculo
de arena, y agua, y vísceras, y sombras.
Ahi va un poema:
ResponderEliminarQue rápido se consumen los cubatas en mi mano,
poco a poco,me voy emborronando,titilando,
pensé,"vamonos de fiesta",y me puse a titilar.
Hasta ahí llega mi memoria,mi cerebro se despidió,me abandonó, au revoir!
Me quito el sombrero ante mi obra de arte.
Chapó! XD trabaja sipote!!!
ResponderEliminar